miércoles, 6 de mayo de 2015

La educación ambental en Agua Blanca


El lema de Agua Blanca es ‘reconéctate con la naturaleza’. Se asume que hay una desconexión con los orígenes naturales del ser humano, lo cual genera ansiedad, enajenamiento, desilusión y demás trastornos. Al ser un hotel de descanso, de recuperación y un centro de sanación, Agua Blanca es el ideal lugar para aprender de la naturaleza y de facilitar la conexión con cierta harmonía natural.
La diversidad vegetal en Agua Blanca es exuberante. Ubicado dentro de una cañada, rodeado de montañas, atravesado por ríos, punteado con manantiales de agua, adornado por la flora y fauna de un micro-clima sub-tropical uno llega a sumergirse a la naturaleza. Ante la imposición escénica, es fácil valorar de manera intuitiva y emocional a la naturaleza. Para aprovechar este sentimiento, se busca que Agua Blanca se vuelva un centro de educación ambiental (CEA) para fomentar esta relación abierta emocionalmente y atada racionalmente.    
Para convertirse en centro de educación ambiental hace falta mayor congruencia en los ejes sociales, ambientales y pedagógicos. De manera específica se debe empezar con una reunión de sensibilización y de ideación, para tantear cuánto saben, cuánto les interesa y en qué medida se puede motivar el involucramiento de todos los empleados del hotel en los objetivos ambientales del hotel. La planeación y ejecución de esta reunión se vuelve objetivo secundario, pero concreto de lo que se requiere para llevar a cabo lo demás. Para poder enriquecer la relación con la naturaleza es necesario profundizar el conocimiento del equipo de Agua Blanca en los conceptos, fenómenos y terminología asociados a la naturaleza y el cuidado de ella.
Modulo 1: La Crisis ambiental y la propuesta de la sustentabilidad
La ecología es una rama de la ciencia; el medio ambiente es la interacción entre lo social y lo natural. El explorar esta interacción es reconocer temas como la complejidad, la biodiversidad y la inter-dependencia. El asumir la complejidad es aceptar que los fenómenos se llaman así porque son lo que observamos. Pero el aceptar que hay mecanismos que no entendemos, que formamos parte de una unidad, que no se puede entender uni-causal o linealmente, va más allá de la racionalidad que aprendemos en la escuela. Este valor, difícilmente medible, en conjunto con lo que llaman el valor cultural y estético de la naturaleza, de los paisajes y de la biodiversidad compone el aspecto espiritual de la ecología profunda. El permitirnos esta fe es un cambio de paradigma. Como dice un compañero, “todos traemos el gen verde porque nuestros antepasados veían verde”.
En Agua Blanca la interconexión, como ejemplo de la complejidad, se puede resaltar en los ciclos de la comida (de los restos de comida, a la composta, por la lombricultura, por las huertas, al comedor). Las relaciones simbióticas se pueden ilustrar y hacer más visibles en puntos diferentes de la propiedad. Pero la integración de todos los elementos mejor se vive, con la interacción, en una caminata por el bosque, metiendo los pies en el río, tocando las lilianas, comiendo una guayaba directo del árbol. Lo simbólico del temazcal permite una sensibilización o un acercamiento emotivo a la naturaleza, lo cual da camino para recibir la información biológica y ecológica para revertir los efectos de la crisis ambiental.
La crisis ambiental es la crisis de la modernidad. Las raíces judeo-cristianas y la filosofía greco-latina han dado lugar al concepto de desarrollo como progreso productivo que implica dominación y extracción de la naturaleza. En este sentido se entiende al medio ambiente como al servicio de la humanidad.
Algunos servicios que nos brindan los ecosistemas que valen la pena resaltar para poder apreciar nuestra dependencia:
·         Purificación de agua y aire
·         Mitigación de sequías e inundaciones
·         Generación y preservación de fertilidad de suelos
·         Polinización y dispersión de semillas
·         Desintegración de desechos
·         Control de plagas (depredadores, parásitos y patógenos naturales)
·         Protección contra rayos ultravioletas dañinos del sol
·         Prevención de desastres naturales
·         Amortiguamiento de ruido/sombra
·         Regulación de los ciclos de carbono. 1 hectárea de bosque almacena en promedio 200 toneladas de carbono.
Algunos riesgos:
·         Introducción de especies no nativas à incendios y otras consecuencias inesperadas
·         Deforestación à erosión, inundaciones, deslaces, des-acumulo de agua en lagos y ríos.
·         Deshielo de glaciares à incremento de nivel del mar
·         Frecuencia e intensidad de huracanes
·         Precipitaciones extremas/sequías
·         Pérdida de capacidad de los ríos de evitar inundaciones
·         Menor productividad agrícola
·         Monocultivos
·         Uso desmedido de insumos
·         Contaminación
·         Impacto de obras y urbanización
·         Deforestación y sustitución por especies exóticas
·         Falta de contacto de habitantes de ciudades con los ecosistemas de donde se extraen alimentos y recursos
·         Ausencia de información de beneficios de los ecosistemas
·         Sobreexplotación de recursos
·         Disrupciones en las cadenas trópicas (i.e. pérdida de polonizadores: abejas, colibrís, mariposas, murciélagos[1])
Tanto al estudiar a la naturaleza como un sistema holístico o al revisar las partes específicas que conforman, que brinda o que arriesga la naturaleza es importante que cualquier proceso educativo sea colaborativo. Para empezar cualquier emprendimiento educativo en Agua Blanca, nos tomaremos como propósito preguntar: ‘¿Ustedes como se sienten parte de la naturaleza?’ o ‘¿Ustedes como consideran que el mantenimiento de un bosque nos ayuda?’.
La ecología, o la ciencia que estudia nuestra casa, divide el material estudiado en partes: el individuo, la población, comunidad, el eco-sistema y el sistema Tierra, cada uno con sus características a estudiar particulares.
Individuo
Población
Comunidad
Eco-Sistema
Sistema Tierra
Conformado por: cohesión celular
Conformado por: flujo genético
Conformado por: interacciones bióticas (competencia, depredación, mutualismo)
Conformado por: Intercambio de materia y energía (transformación y ciclos)
Se estudia:
Morfología (tamaño, color, forma), fisiología (i.e. tasa respiratoria), conducta
Se estudia: abundancia, distribución, estructura de edades, tasa de natalidad.
Se estudia: diversidad de especies, composición de especies, tasa de colonización, edad sucesional
Se estudia: productividad (velocidad en la que se genera energía), ciclo de agua, tasa de descomposición, biomasa en pie (intensidad de vida y CO2 conservado)
Todas estas variables se pueden estudiar para hacer un registro y/o un ejemplo de cada parámetro en Agua Blanca como material didáctico.
La tradición de la ciencia empírica ha sido de entender la complejidad, desfragmentada y con relaciones causales, lineales. Sin embargo, la realidad no es lineal. Los ecosistemas son generados por un sinfín de balances. Un equilibrio precario, perfecto que existe por la biodiversidad necesaria que es tanto causa como consecuencia de los particulares ecosistemas que existen. La evolución ayuda a entender este frágil y complejo interdependencia entre el entorno natural y las especies. El reconocimiento del valor de este balance, es el que pone la vida al centro del universo. El biocentrismo a diferencia del antropocentrismo reconoce que la esencia del universo, del todo, son los procesos naturales que permiten la vida. El humano es solo una parte de esta red o sistema.
La vida, a diferencia, de cualquier otro proceso físico, se regenera. Es un fenómeno neguentrópico físico que absorbe energía. A diferencia de todos los demás procesos físicos entrópicos que gasta energía y lleva al caos, la vida genera equilibrio, complejidad y diversidad. La fotosíntesis es un buen ejemplo, en donde la energía se convierte en vida. Otra manera de ver la crisis ambiental es una aceleración de la entropía por actividad antrópica.
¿Qué implicaciones tiene esto para Agua Blanca? En vez de tomar al ser humano como el centro de análisis y educación y ver como interactúa o convive con la naturaleza, el discurso que se puede manejar debe enfocarse en la vida, en el humano como solo una parte de un ecosistema. Se deben analizar las acciones del hombre para ver no como repercuten en él, sino en el ecosistema del que forma parte.
¿Cuál es la crisis ambiental física?
·         Calentamiento global (en cien años los más calurosos han sido en los últimos diez). Ha aumentado el efecto invernadero[2] que absorbe el calor, y disminuido el efecto albedo o de reflexión (por superficies blancas como las capas polares). 
·         Cambio climático (hacía los extremos según hábitat)
·         Enrarecimiento de la capa de ozono (O3)
·         Lluvia ácida
·         Contaminación del aire y el agua
·         Pérdida de biodiversidad
·         Pérdida del suelo/erosión
·         Escasez de agua potable
·         Generación y tráfico de desechos sólidos y peligrosos
En un centro de educación ambiental se debe de revisar los hábitos y actitudes de cada uno de los visitantes así como a los anfitriones/administradores/operadores también. Tanto la administración del centro, como los hábitos de sus visitantes se pueden alentar a ser más responsables. Algunas recomendaciones, incluyen el pintar el techo de la casa de blanco, plantar jardines verticales, y reconocer y cuidar vida endémica. Fomentar la conciencia de las problemáticas a través de material didáctico ayudará también a cultivar la inquietud de cuidar el ambiente.
Causas de la crisis ambiental y respuestas
Causa
Respuesta en Agua Blanca
Como CEA
Consumo desmedido de energía
Usar focos ahorradores
Evaluar de qué manera se puede reducir el consumo de energía
 
Concientizar sobre la huella ecológica
Combustibles de origen fósil (petróleo, carbón, gas natural)
Encontrar alternativas a pesticidas y fertilizantes.
Reducir uso de PET
 
Plantear alternativas de transporte, de plásticos, consumo, etc.[3]
Contaminación del aire y del agua
Organizar campañas para limpiar el rio, y de no quemar la basura
Involucrar a huéspedes en campañas. Crear incentivos para voluntariados (i.e. alojamiento gratis)
Deforestación
Apoyar iniciativas de consumo sustentable de madera (muebles y artesanía), convertirse en punto de venta para tales artículos
Fomentar el consumo responsable
Esta tabla a lo largo del diplomado se irá complementando
 
Otra elemento que hay que considerar en este proceso es la importancia de adoptar el lenguaje correcto. Si consideramos que no hay tal cosa como la basura, sino una mezcla de residuos que se pueden re-utilizar y desechos que no. Al cambiar el lenguaje, definimos conceptos y parámetros de acción, rediseñando la realidad. Esto para un centro de educación ambiental es vital tener en mente para toda comunicación.  El abordar los temas de manera biocentrista también le provee y sugiere una perspectiva alternativa a la que a lo mejor están acostumbrados los posibles visitantes.
¿Cuál es la intención del diplomado en Educación Ambiental para la Sustentabilidad para Agua Blanca?
Por un lado, la intención es que Agua blanca se vuelva un centro de educación ambiental certificado. Para esto, se tendrá que revisar si se pueden adaptar la misión, visión y/o estatutos del hotel, de la Operadora que engloba el hotel, o con la fundación asociada del hotel. La alternativa es concebir a las actividades de educación ambiental como complementarias a la operación del hotel. Las actividades que ya hay, incluyendo sensibilización en el temazcal, charlas y discusiones organizadas, posters de información, señalamiento de hierbas aromáticas y las caminatas guiadas ya son parte de la operación diaria del hotel. El calentamiento solar del agua, el reciclaje de residuos, la composta y lombricultura también ya están integrados a la operación del hotel. El mantenimiento de huertas, cosecha, comercialización y distribución de productos orgánicos se maneja bajo la Fundación Amigos de Agua Blanca, asociada al hotel. Entonces, existe una necesidad de esquematizar y re-conceptualizar las actividades, y determinarlas como parte de cierta estrategia y/o objetivo.

El Caso de la Ciudad de México

 
La Ciudad de México pasa por 3 valles y dos regiones biogeográficas: la neoártica y la neotropical. Es casi completamente rodeada de montañas y alimentada de diversos lo cual la hace inundable y con poco movimiento de viento. La altitud promedia de 2,240 metros hace que haya 23% menos oxígeno, lo cual a su vez hace menos eficiente la combustión y la digestión, aumenta la cantidad de glóbulos rojos, la frecuencia cardiaca, la densidad de sangre y la presión arterial. La cuenca en la que se encuentra México contiene el 2% de la biodiversidad mundial (muy típicos son los ahuehuetes, los encinos o los teporingos). El 50% del Distrito Federal es rural: agrícola, bosque, ganadero o lacustre (agua).
Los principales problemas ambientales de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMPCM) son: la pérdida de áreas naturales; abasto y calidad de agua; contaminación y degradación del suelo; calidad del aire; creciente generación de residuos sólidos; y la deficiente cultura ambiental.


Aire
Se miden los contaminantes criterio por el Índice Metropolitano de Calidad del Aire (IMECA):
SOX (oxidos de sulfuro) – diesel, NOX (oxidos de nitrógeno) – gasolina, HC (hidrogenos de carbón) – evaporación, CO (monóxido de carbón), O3 (ozono) – fotoquímico, PST (partículas suspendidas) – heces, amebas, plomo, asbesto, etc.
>100 “Malo”
150 “Precontingencia”
180 “Contingencia Ambiental Fase 1
Agua
Consumo: 65 litros/segundo. Suministro 44k litros/segundo. 37% se pierde en dugas.
El desagüe no se filtra, sale al Río Tula, a la Presa Endho, y se usa de riego para la mayor parte del abastecimiento agropecuario de la Cd. en el Valle de Mezquital.


 

Recomendaciones de compañeros para seguir leyendo:

Libros:

John Berger – De A para X. Una exploración de la vulnerable pero trascendiente escencia de un pueblo amenazado por un imperialismo militar y económico.

Adolfo Bioy Casares – La invención de Morel. Un clásico de literatura fantástica en español. Un fugitivo en Polinesia se enamora de un turista. Jorge Luis Borges calificó a la novela como perfecta.

Jean Giono – El hombre que plantaba árboles. Una profunda y generosa reflexión sobre el comportamiento humano.

Umberto Eco – Una historia de detective del Siglo XIX, escrita con humor, curiosidad, lógica aristotélica, teología de Aquinas, y empricisimo de Bacon.

Humberto Maturana – El árbol del conocimiento. Una visión nueva de cómo percibimos, una creación social, con implicaciones éticas.

Arundhati Roy – El dios de las pequeñas cosas. La historia de tres generaciones de una familia que proviene y se reencuentra en el sur de la India.

Carlos Ruiz Zafón – La sombra del viento. Una novela de misterio y amor en una España pos-Guerra Civil.

Jared Diamond – The World Until Yesterday. Un libro de ciencia popular sobre los aprendizajes de sociedades tradicionales en los temas de resolución de conflictos, trato a los mayores y menores.

Películas:

Blackfish – documental que explora las consecuencias de mantener animales tan grandes e inteligentes como las orcas en cautiverio.

La última hora – documental sobre el medio ambiente creado y narrado por Leonardo DiCaprio.

Azul, Rojo, Blanco – trilogía polaca que hace un análisis profundo de los principios de la revolución francesa: la libertad, igualdad y fraternidad a manera de comedia triste.

Koyaanisqatsi – documental de imágenes de gran impacto visual y emocional sobre el efecto destructivo del mundo moderno en el medio ambiente, con música del minimalista Phillip Glass.

Huicholes y plaguicidas – documental del uso de tóxicos en la agricultura.

Lugares:

Casa de la Tierra, Atlacomulco

El Marinero, Las Tuxtlas

Agua Blanca, País de la Monarca



[1] En Agua Blanca, uno de los grandes atractivos son las grutas y poblaciones de murciélagos. Aparte de quitar un estigma negativo sobre el animal, se puede informar sobre la importancia que tiene para la naturaleza. Además hay varios datos interesantes que se pueden utilizar en las caminatas guiadas o en material didáctico: por ser mamíferos amamantan a sus crías, y son los únicos que vuelan de forma parecida al nado de mariposa humano; pueden comer más de 100 moscos por minuto; usan un sistema interesante de eco-localización para percibir su entorno; y solo un 5% de todas las especies son vampiros. Otro dato interesante es que los productores de jitomate meten abejas a los invernaderos, ya que la planta requiere de polinizadores.
[2] Los gases del efecto invernadero (GEI) son: el bióxido de carbón (proveniente de la combustión y respiración), metano (fermentación de desechos), vapor de agua, bióxido de azufre.
[3] Usar como ejemplo de Monterrey, que alumbra toda la ciudad con energía generada por el metano capturado en rellenos sanitarios de basura.

martes, 5 de mayo de 2015

¿Por qué no somos conscientes del desastre?



Cambiar las gafas para ver el mundo

Una primera respuesta a esta pregunta apunta al hecho de que cada vez vivimos más alejados del territorio vivo, aquel en el que vegetales y animales se integran en un hábitat formando ecosistemas. Para la mitad de la humanidad, que ya vive en grandes ciudades, el conocimiento de los ecosistemas, de las vacas que dan la leche o de los cultivos donde se producen los cereales del desayuno, es esencialmente el que llega por las pantallas. Esto implica que cada vez tenemos menos contacto con las cosas realmente importantes para la vida, como los ríos o los árboles autóctonos, y perdemos la conciencia de que son imprescindibles. Es fácil pasar prácticamente toda la vida pisando únicamente suelo asfaltado o adoquinado, baldosines o la moqueta del interior de un coche. De este modo no es extraño que la tierra, que ya no mancha nuestros zapatos, no esté presente en nuestra percepción del mundo ni en nuestras prioridades. La distancia facilita la ignorancia. Vivimos tan lejos, por ejemplo, de la central térmica que produce la electricidad con la que funciona el ordenador, que nos parece que tenerlo encendido no implica estar contaminando la atmósfera. Ignoramos el origen y el recorrido de la mayor parte de lo que consumimos.

En el límite de esa distancia respecto del mundo físico encontramos un hiperdesarrollado mundo virtual (esencialmente difundido a través de las pantallas de televisión, pero también de las de los ordenadores) que absorbe nuestro tiempo y nuestro pensamiento. Gran cantidad de horas al día observamos imágenes que parecen de verdad, pero no se corresponden con nuestra realidad próxima. Todo un emporio de negocios de la comunicación y el marketing se dedica a crear mundos virtuales que colonizan nuestros intereses y preocupaciones. Mientras el mundo se deteriora, las pantallas muestran imágenes cada vez más coloridas. La ficción de las pantallas tiene más presencia en nuestra vida cotidiana que las calles o la vecindad. Deslumbrados por este atractivo mundo de tecnologías punta, luces de colores y sonido de alta fidelidad, la magnitud y las causas de la crisis socioambiental se desenfocan, se desdibujan o se esconden.

Otra respuesta a la pregunta anterior apunta a la mercantilización de la vida impuesta por la economía de mercado. El precio de algo se considera la medida de su valor, de modo que lo gratuito carece de importancia mientras que lo caro nos parece especialmente valioso. Este juicio se aplica a los servicios que ofrece la naturaleza y también al trabajo de cuidados (crianza, alimentación, atención a mayores o personas enfermas) que realizan mayoritariamente las mujeres. Siguiendo esta regla dejan de tener valor y presencia actividades fundamentales para el mantenimiento de la vida como son la fotosíntesis de las plantas, la regulación climática de los grandes bosques y océanos, el papel de los insectos… o el cuidado de niños y de mayores. Son especialmente valiosos para el mercado las transacciones financieras o el comercio de armas. El hecho de medir la importancia de aquello que nos rodea con esta vara que es el dinero nos impide calibrar la trascendencia tanto de la destrucción de los ecosistemas que nos rodean (que no restan en las cuentas monetarias) como de las acciones que precisamente nos permiten vivir (pero no suman en las cuentas monetarias).

Por otra parte la progresiva desaparición del espacio público (crecientemente privatizado) y de las estructuras comunitarias (con la consiguiente desarticulación social), hacen más complicado agruparse, participar, crear una visión crítica colectiva que nos permita ver nuestra realidad, proponer desde la colectividad u organizarnos para superar esos problemas.

La ciencia y la tecnología, iconos de nuestra cultura, juegan un papel clave en el enmascaramiento del desastre socio-ambiental. Se nos invita a confiar ciegamente en el desarrollo de tecnologías que aportarán las soluciones a los problemas. De forma generalizada se confía en que nuevos descubrimientos saldrán al paso de los problemas que estamos creando. Esta fe tecnológica nos permite mantener prácticas que sabemos nocivas para nuestro medio, delegando en los científicos y en el futuro la reparación de los daños.

Estos mecanismos de ocultamiento, inducidos por la cultura y el mercado, se traducen en ciertos lugares comunes, tan repetidos como fáciles de desmentir: “ya se encontrarán soluciones, siempre se han encontrado”, “nosotros estamos a salvo” o “no hay nada que hacer”.

de la página: http://www.decrecimiento.info/2014/10/por-que-no-somos-conscientes-del.html

¿Ustedes qué opinan?